El estudio sobre la experiencia personal como investigador en Venezuela, se sustenta en el quehacer científico de los miembros del Grupo No Asistido (GNA) Araure, conformado por Antonio Dente, Raquel González, Arturo Jiménez, Reinaldo Parada, Parra Liudmila y Manuel Felipe Rivero, identificando los presupuestos epistemológicos que sostiene esa práctica a partir de las reflexiones que cada miembro acerca de sus experiencias en los estudios de pregrado, postgrado y /o como investigadores en general en el campo de las ciencias sociales y administrativas. De esa forma, se establece una conexión entre la epistemología y las teorías e investigaciones, elementos personales y sociopolíticos presentes, obstáculos y retos actuales, en consonancia con los modelos de investigación endógena propuesta por el estado.
Las experiencias como investigadores sociales por parte los miembros del equipo tiene su origen entre las décadas de los años 70 al 90, en el marco de la coexistencia de paradigmas asociados a las epistemologías empiristas realistas, epistemología racionalista realista y la epistemología subjetivista (racionalismo y empirismo idealistas).
Los paradigmas empirista-realista y el racionalista-realista se sustentan en mediciones, experimentaciones, inducción controlada objetos observables y objetos calculables, abstracciones, sistemas lógico-matemáticos, deducción controlada, los cuales son propios de las ciencias materiales y a algunas ciencias sociales entre ellas, la lingüística, ciencias cognitivas, inteligencia artificial, economía). El enfoque empirista-idealista (etnografía, diseños de convivencia, inducción reflexiva…), el enfoque racionalista-idealista (interpretaciones libres, lenguajes amplios, argumentación reflexiva…) la psicología, la sociología y la antropología ha sido abordada por los enfoques subjetivistas-reflexivistas. (Padrón, 2007).
En nuestro quehacer científico el asumir uno u otro enfoque epistemológico tiene correspondencia directa con la formación profesional de los integrantes del grupo no asistido, caracterizado por ser un equipo multidisciplinario con sus diferentes perfiles, a saber: Abogada, socióloga, contador público, administrador, prof. de biología y prof. de lingüística, procedentes de diferentes universidades del país: UCV, UC, UPEL, y con estudios de postgrados en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez y la Universidad Fermín Toro.
La mayoría de nuestras Casas de estudios superiores, la Universidad de Carabobo y la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, en particular, han estado vinculadas con la producción de conocimiento desde presupuestos teóricos-metodológicos positivistas como paradigma dominante en las investigaciones socio-educativas, en el contexto de compromiso político con los ideales liberales del estado venezolano.
Dentro de esta perspectiva se identifican experiencias educativas e investigativas descritas desde las vivencias de González como: “marcada por el positivismo, sin lugar a críticas. El sujeto y su condición se ser humano no importaba”. Asimismo, para Jiménez su formación “En el plano de mis estudios de pregrado, enrrumbe algunas investigaciones por los derroteros de la Lingüística, pero desde la perspectiva estructuralista, fonética, fonetológica; pues era la época del fuerte y marcado descriptivismo lingüístico.” De acuerdo con Dente, un proceso investigativo, abordado en esa ” forma escolástica con que se ha asumido durante muchos años encasilla al investigador en una caja de cristal con elementos como: un lenguaje técnico, un conocimiento científico, una postura rígida y una bata impecablemente blanca, en otras palabras un individuo que pertenece a un pequeño grupo elitesco”. Por su parte, Parada y Rivero, con una formación académica como contador y administrador dentro del positivismo administrativo, de enfoque empirismo-realista. La influencia del empirismo matemático, del positivismo lógico, funcionalismo mertoniano y el estructuralismo-funcionalista fue particularmente decisiva en las teorías administrativas caracterizadas por modelos hipotético-deductivos.
Situación similar en lo que respecta a las tendencias epistemológicas que soportan las investigaciones desarrolladas en el nivel de maestría.
En este sentido, muy pertinente lo expresado por Jímenez: “En el marco de la Maestría, llevé a cabo también investigaciones contextualizadas en ámbito de la palabra, del discurso homilético o sermones clericales, ..que por exigencias del programa de estudio, tuve que limitarme nuevamente al terreno de lo estructural funcional….me vi forzado a mantener la línea académica trazada.”
En contraposición, con esta formación académica e investigativa de la mayoría de los integrantes de este grupo no asistido, se presenta el caso de Parra , egresada de la Universidad Central de Venezuela en el año de 1976, momento socio- político que la UCV se erigía como vanguardia de un accionar social de lucha contra el sistema, “formada bajo una concepción crítica marxista, que guío mi praxis investigativa como estudiante de pregrado., en un contexto socio-político nacional de enfrentamiento abierto universidad-gobierno, renovación universitaria, allanamiento de la universidad ….. para silenciar las voces de la renovación, estudiantes desaparecidos, asesinados, persecuciones, con una universidad que tomó la calle con sus protestas, manifestaciones continuas y una escuela de sociología de profundo sentido crítico que contribuyó a consolidar mis ideales ” , formación adquirida en un clima adverso para la investigación con un gobierno (Rafael Caldera) se caracterizó por severas persecuciones y encarcelamientos de investigadores, se obstaculizaron proyectos de carácter nacionalista desatándose una la persecución política y “posterior desmantelamiento de la Unidad de Investigación y Desarrollo del Movimiento Antonio José de Sucre en la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV) así como lo ocurrido en el accidentado proceso de creación de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad de Carabobo” (Charles,2003)
De acuerdo, con las experiencias personales descritas, y ubicadas básicamente durante de formación profesional como estudiantes de pregrado, y postgrados se evidencia por un lado, una investigación con predominio de epistemologías empiristas y racionalistas realista, de fundamentos teóricos y metodológicos positivistas, funcionalistas y/o estructural-funcionalista, y por el otro lado, una investigación que se encuentra limitada por las concepciones paradigmática de las instituciones universitarias articuladas con relaciones de poder y modelos políticos presente en nuestra sociedad en ese momento histórico concreto, una forma de hacer una ciencia “demasiado cuantificada” apegada a formulas metodológicas definidas por la gran ciencia internacional y mantenida por años por los científicos con total dependencia de tecnología foránea.
Una “ciencia venezolana pasiva y reproductora”, con la creación de la Asociación para el Avance de la Ciencia (ASOVAC), de influencia europea, de tendencia pragmática, CONICIT, desde la década de los años 50 y 60, con actividades científicas y tecnológicas determinadas por los países más avanzados, centradas en el agro y la medicina, enmarcada en la denominada concepción heredada positivista , considerada como único fin de la investigación producir nuevos conocimientos para el beneficio de la humanidad. (Ciencia implica más tecnología, más tecnología implica más progreso nacional y bienestar social- Vannevar Bush).